23 may 2012

Me gusta oirte

Me gusta oirte hablar, aunque no comprenda a veces tu lenguaje. Pero no te acerques mucho. Así, desde lejos.

Y desde lejos, me gusta como pronuncias, como huelen tus palabras, como rompen mis silencios. Me gusta oirte y atento sigo tus palabras.

Pero cuando me hablas bajito... ¿Por qué me hablas bajito?
Me hablas bajito y entonces me acerco y si me acerco...

Me gusta que me hables bajito, porque me gusta acercarme. Pero entonces no me digas cosas trascendentes, porque si me hablas bajito y yo me acerco y me hablas grandes cosas, entonces yo me las pierdo, porque si yo me acerco, ya no te escucho, no puedo escucharte.

 ¿Que me estás hablando? ¿Que es lo que tengo que entender? Acaso no está perfectamente claro.

Como quién dice entender la abstracción, y fija su mirada en el cuadro, minutos y horas llenando su cabeza de sensaciones.

Cuando me acerco para escucharte ya no te puedo escuchar. Solo veo tus ojos, que se abren y se cierran, que se expresan, bailan, se disparan, se humedecen, se sonrien, se tuercen, se achican, se extravian, se fijan, yo sigo tus ojos y entonces tus palabras me suenan lejos, llena de ecos.

¿Cual es la réplica? ¿En que parte del texto vamos? ...

Tendría que taparte los ojos , para poder escucharte. Te he de tapar los ojos, te he de alejar, o volverme de espaldas, y me creo que no viéndote... Ya.  Aún no viéndote te veo, metida en mi cabeza.

Y veo tus ojos, como se expresan,sonrien, cuentan, lloran , y viven. Veo tus ojos que viven. Como viven y viven tanto, que digas lo que digas, tus ojos ya me lo están contado.

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