Ya de vísperas nos notifican que están las entradas agotadas. Nervios y responsabilidad.
En los minutos previos al inicio de la función, escuchamos el murmullo del público que va acomodándose en sus butacas. Más nervios, el corazón a mil por hora, suspiros, complicidad en las miradas entre las actrices y actores, técnicos, directora... Todas las personas que nos encontramos entre patas.
Abrazos, nos damos palmadas en la espalda, nos apretamos las manos...
600 personas aguardan tras el telón...
Descubres que las palabras y las intenciones van saliendo de tu boca solas, los movimientos, las miradas...
Casi como si fuera un gesto de amor.
Solo me queda-nos queda, dar las gracias a todas las personas, que nos acompañasteis e hicisteis posible que la magia del teatro, una vez más, se llevara a cabo.
Esta experiencia en el Gayarre, del día 28 de Junio, es un nuevo revulsivo para seguir trabajando, aprendiendo, disfrutando... VIVIENDO EL TEATRO. Gracias, por haber estado.
(PD: Os dejo un vídeo promocional que ha publicado el Gayarre, al cual agradezco el trato dado, y los medios que han puesto a nuestro alcance).
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