Vino una estanquera nueva.
Ander vivía justo encima del estanco, tres pisos mas arriba . La primera vez que Ander la vio, se quedó prendado.
Se enamoró de la estanquera sin habérselo propuesto, sin mediar una sola palabra con ella, que no fuera , el buenos días de costumbre, -¿que quieres “michico”?, ¿me das un paquete de tabaco?, si, gracias. Y lo que en un principio era tan solo , pensamientos fugaces con su estanquera, pronto pasó a ser una obsesión. No podía estar un minuto sin pensar en ella, y la única forma de calmar su ansiedad, era bajando a por tabaco.
De normal pedía un cartón para su madre, que le duraba una semana. Pero el decidió cogerle un paquete diario, y así tenia la excusa perfecta para poder acudir al estanco todos los días.
Ander abría la puerta, y ya desde la calle entraba absorto, boquiabierto, con ojos como platos, acercándose al mostrador, mientras ella, alcanzaba el paquete de la estantería y le decía con voz desganada: tres euros.
Pero a Ander eso ya no le bastaba. Ya no era un paquete diario, eran dos o tres y dos o tres las visitas al estanco. Su ansiedad crecía por días, necesitaba mas. Ahora se recostaba tardes enteras en el escaparate, y con su teléfono móvil, hacia como que hablaba . En realidad no cesaba de hacer fotos al interior del establecimiento. Luego en casa seleccionaba aquellas donde salia su amada estanquera, las imprimía y las colocaba en la pared de su habitación. El color de la pared desapareció oculto tras un collage inmenso de folios impresos, donde se adivinaba la silueta de una mujer en todas las posiciones posibles.
Pasaron meses, y ya era escena habitual, ver a Ander junto al estanco, como si fuera un panel de esos publicitarios que simulan una persona.
Ander estaba enfermo, un nudo en su pecho , no le dejaba vivir. Preso de su propias fantasías, interpretaba interesadamente cualquier gesto de ella . Buenos días “michico”, ¡Que jersey mas bonito! ... El ya no se quitaba el jersey ni para lavarlo. Buenos días “michico”, ¿Te has cortado el pelo?... la verdad, estas mas guapo así, que se te vean los ojos... Aparte de el estanco, el siguiente establecimiento mas visitado por Ander, era la peluquería. Un día que llovía a mares, Ander seguía junto al escaparate de la estanquera, empapado, ella le invito a que entrara, - Por Dios , michico, te va a dar algo ahí, anda, entra, entra, hasta que pase el chaparrón. Ander desde entonces clamaba al cielo, para que lloviera.
Una mañana cuando Ander entró a por su primer paquete del día, la estanquera y una amiga suya, estaban hablando:
-Pues chica no se te nota nada, nada, para estar de cuatro meses... le dijo la amiga a la estanquera, y esta haciendo caso omiso del “michico”, se retiró la bata a la altura de la tripa, y mostró satisfecha a los presentes, su estómago abultado. Ya ves, es que con la bata, apenas se nota.
Ander se fué sin su paquete. Subió a casa, fue retirando meticulosamente, una a una todos los folios impresos, con una pena infinita, los metió en una caja, donde también introdujo todo el stock de tabaco que tenia. Bajó a la calle, pasó por el estanco, sin volver la vista, para que nadie le viera las lágrimas en la cara, llegó hasta el contenedor de basura más cercano y vertió la caja dentro.
Con la caja también se le fué el nudo de su pecho.
La estanquera lo vio cruzar:
-Míralo por ahí va...
-ya te dije que esto funcionaria, le dijo su amiga.
-Si , si que ha funcionado... , pero no puedo evitar que me de un poco de pena, le contestó, mientras se retiraba un cojín de la tripa.
4 comentarios:
Cuanto me recuerda Ander a mi adolescencia... qué duro es a veces el despertar de la vida.
Cómo me veo reflejado en sus ojos cuando miraba por el escaparate de la carnicería para poder ver una vez más a la carnicera... más tarde, cuando pasó esa nube, busqué refugio y entonces fueron tres hermanas que atendían un ultramarionos en mi pueblo e incluso la chica de la sala de juegos de mi calle...
Así es la adolescencia, las hormonas y esas cosas... luego más adelante surge la amistad y el amor verdadero y emprendes otro camino, aprendes otras artes y lo prohibido, lo escondido se vuelve roce, se vuelve humano y poco a poco derrumbas tus muros y construyes tus cimientos...
Igual que Ander, tiré mis trastos a la basura y con los tratos se fue lo que entonces creí que era la inoncencia y que hoy (con el paso de los años) veo que no era mas que una venda en mis ojos, un lazo en mis manos...
Y hoy no me arrepiento de nada...
Es un relato precioso,además muy adecuado con la fecha del día de los enamorados aunque más bién es de desamor.
La verdad es que no creo que lo hayas escrito por hacer honor a SAN VALENTIN
y que como yo piensas que es un santo infiltrado en el santoral por el CORTE INGLES y que para ensalzar el amor no hace falta que sea un día concreto.
Muy bonito el relato.Deberías dedicarte solo a desarrolllar tus capacidades artísticas.
Txiski
conmovedor y un punto cruel
has leído "Nueve cuentos" de J. D. Salinger? un genio, te gustarán, Linda boquita y verdes mis ojos, muy bien dialogado
Buenooo. La gente ya esta poniendo nombres y apellidos a los personajes. Que no, que no, sin mas, es un relato inventado. Me salio, cosas que pasan. Posiblemente influenciado, con tanta tonteria del dia de los enamorados. Y posiblemente pq eso de estar enamorado, siempre lo he relacionado, mas con el dolor, que con la felicidad. O ambas cosas.
Pedire el libro en la biblioteca, gracias a todos/as.
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