30 jul 2008

Atrás dejo el alboroto sanferminero

Atrás dejo el alboroto sanferminero. Las cuatro de la mañana y no se que narices hago por la Taconera, caminando (o algo parecido) por debajo de los plataneros. Esquivo sombras tumbadas en la hierba. Desde un rincón, en la esquina de un seto de laurel, alguien me sisea.
-Chico, chico, ¿tienes fuego?.
Apenas le veo. Me acerco y me quedo alucinado cuando enciendo el mechero y veo su cara.
- ¿Tu eres el vagabundo? ¿No?.
-No michico, ¡Que vagabundo ni que ostias!. Yo me llamo Javier.
Aspira profundo el cigarro.
-Le he confundido con otra persona.- Me disculpo.
-Yo me llamo Javier- Insiste.
- Hola Javier, yo me llamo Josu.
-¿Josu?. Extraño nombre.
-Es vasco, oiga usted.
-Uuuu los vascos...-Me dice con desdén, mientras le da otra calada al cigarro.
-Me llamo Javier y soy poeta. Un poeta raro.-Y expulsa el humo, como solo lo saben hacer los poetas.
-Me gustan los poetas y si son raros mas.
-Extraño gusto el tuyo. Yo soy un poeta que no desperdicio papel.
-Bien- Le digo por decir algo.
-¿Sabes?. No entiendo a esos poetas que desperdician los márgenes derechos e izquierdos. Yo no desperdicio el papel. ¡Con lo caro que esta!.
-Muy bien...- Le digo por decir algo.
Dice que viene de Barcelona, que no ha encontrado Hotel y que se dispone a dormir en la hierba. Viendo la manta roída que lleva, y la caja de Don Simón junto a su mochila, creo que este hombre miente mas que corre. Pero por educación no le digo nada. Yo soy muy educado. Me dice que ha escrito más de treinta libros y que ha tenido muchos reconocimientos, pero que a pesar de ello se siente un incomprendido.
-Bien- Le digo por decir algo.
El me dice que se apellida Tomeo. Me suena, le digo.Aplasta el cigarro contra la hierba.
-Javier Tomeo, el poeta- Insiste.
Le sonrío de mentiras, y yo Napoleón, pienso. Pero en fin... si el hombre es feliz.
Se acerca otra sombra, viene agitando la cabeza, parece que baila, es bonito verle. Es una sombra bonita, con movimientos violentos su cabeza va y viene. Deja el radiocasete en el suelo, cerca nuestra.
-Eh!-le digo,-¿Te gusta esa música?.
-¿A ti que te parece?.
-Yo pensaba que en todo el mundo solo me gustaba a mi. A mi la que mas me gusta es la de la marea. Justo la que suena ahora.
-Perdonen jovencitos- Dice Javier- ¿De que grupo se trata?
-Vetusta Morla- Dice ella-.
Me gusta su voz. Debe tener ojos claros, pueden ser verdes o azules, en la oscuridad solo se aprecia el reflejo de la luna en ellos.
-Yo soy actriz.
Estoy de suerte. En breves minutos he conocido a un poeta y a una actriz. Y además le gusta Vetusta Morla. En fin, que mas se le puede pedir a esta noche sanferminera.
Javier aprovecha que ella esta bailando para decirme que la chica es muy guapa.
-¿Te has fijado? Tiene los ojos en la nuca, como una sardina. Es una chica preciosa.
Este Javier esta como una cabra. Me siento a su lado y los dos atónitos observamos a la actriz bailando.
-Seguramente se llama Emma- Me dice Javier.
-No. Yo creo que se llama... . Dudo.
-Si dudas es que no lo sabes. ¿Como te gustaría que se llamara?.
-No te lo puedo decir.
-Pues entonces se llama Emma.
-De acuerdo.
-¡Emma! ¡Bailas muy bien!- Le digo mientras hago ese gesto estúpido con el puño apretado y el dedo pulgar en alto.
-No, no bailo bien... solo doy saltitos.
-Das unos saltitos estupendos- Dice Javier.
Emma se acerca y se sienta también a nuestro lado. Saca unos caramelos , me da uno a mi y otro a Javier. Son de esos caramelos que se pegan en el paladar y huelen a fresa y saben a algo parecido a la fresa.
-¿Ema, en que obas has astuado?. -Le intento preguntar.
-¿Que dices?
-¿Que en que obras has actuado?.- Me traduce Javier con su caramelo babeante en la mano.
-Las cuatro hermanas...
-¿Las ocho? , pensaba que eran doce- Le interrumpe Javier.
Yo pensaba que eran seis, pero no digo nada, no vaya a ser que este confundido y quede como un ignorante. Además, no hay forma humana de desprender este caramelo del paladar. Muevo la lengua hacia todos los lados, pero no.
-Las cuatro hermanas, y también en las doce y en las seis- Le replica Emma- Pero prefiero las cuatro, en definitiva menos es mas.
-Interesante observación, la apuntare. ¿Te importa que me la apunte?- Y saca Javier de su mochila una pizarra de esas pequeñitas, de escuela de la posguerra. Y apunta con una tiza: "Menos es mas".
-¿Eres una actriz en paro?. -Digo cuando por fin me trago el caramelo.
-No, yo siempre estoy actuando. Acaso, ¿Que es la vida, mas que puro teatro?.
-¡Genial!- Le dice Javier entusiasmado.- ¿Te importa que apunte eso también?.
Borra con la mano la frase anterior de la pizarra, y ahora pone : ¿Que es la vida mas quepurotea. No le cabe todo.
-Amigos, con vuestro permiso voy a dormir.- Javier se echa sobre su mochila, estira la manta hasta la barbilla y se dispone a dormir.
-¿Te importa que me eche aquí?- Le pregunta Emma a Javier.
-No. Es un placer, además me darás calorcito.
Emma reposa su cabeza sobre la tripa de Javier.
-¿Y tu no duermes? -Me pregunta Emma, invitándome a que me recoste en su tripa.
-No yo no duermo. No duermo nunca.
-Mala cosa esa... - Me dice Javier, oculto ya tras la manta.
-Échate- Insiste Emma- hoy seguro que duermes.
Me tumbo con cuidado y reposo suavemente mi cabeza sobre el estomago de ella. Puedo oír su corazón, y mi cabeza sube y baja con su respiración. El casette ha dejado de sonar, y ahora solo llega el murmullo de la fiesta, a lo lejos.
Podría quedarme dormido, pero me resisto a dormir. Temo que al despertar, ya no estén, ni Javier ni Emma. Como me pasa siempre que me duermo, que al despertar, nunca son las cosas como eran.Por eso prefiero estar siempre despierto. Le he dado una patada sin querer a la caja de Don Simón y de repente llega un fuerte y agradable olor a vino. No se bien a quien le están venga sonar las tripas.

JOSU.

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